INTRODUCCIÓN
Las
formas de dar a conocer las costumbres de un pueblo son distintas, pero, las
que mas atractivo tienen son aquellas versificadas, que algunos lugareños en
sus momentos de descanso, de ocio, con un razonamiento sencillo, sin métrica
alguna como los grandes poetas, las dicen y a veces acompañadas
del violín, guitarra y jarana guapanguera, que le dan un sentimiento muy
especial; las siguientes que leerás, son algunas de ellas;
su objetivo, el que lleguen para algunos, recuerdos del vivir de uno de los pueblos
huastecos que tiene tanta historia.-
EL AUTOR
PROFR. HÉCTOR GONZÁLEZ OSTOS.
LA PROMESA DEL INDIO.
Rodeado de cerros y hierbas de olor,
De un cielo claro, de un claro fugaz,
Se encuentra mi pueblo
Mi tierra natal.
Día domingo era, muy de madrugada;
Se oía de las campanas su repiquetear,
Y por lo camino y por las veredas
Se acercaban los indios
Como en un culebrear.
Y detrás de ellos sus fieles inditas,
De rebozo azul con muchas bolitas,
Llevando sobre él, lindas canastitas
Donde traen maíz y muchas cositas.
Otros, sobre sus espaldas grandes chiquigüitis,
Donde traen tamales de carne de olón,
Traen el morral, traen la reatilla, traen el petate
Y los alfajores con los apretones,
Y otras muchas cosas de buenos sabores,
Llegan al pueblo, por distintos lados
Y van a la misa con gran devoción;
Luego, muy ordenaditos van a sus puestos,
Como en gran procesión, a vender sus cosas
Con hierbas de olor.
Entre esos inditos, también nací yo,
Como los Beltrán, como Juan León Herrera,
Que fue un gran Profesor; como el Ingeniero
Que también enseñó, cosas muy buenas
cuando fue Rector.
Yo lo prometo pueblito escondido, que
Este niño indio que viste nacer,
Salir de la escuela muy bien preparado,
Enseñar a los indios cosas muy buenas,
Pa/que nos conozcan allá por las Europas,
Allá por las Asías y las Inglaterras
Es mi promesa pueblito querido,
Pueblito que tienes la cera y la miel,
Pueblito que tengo dentro de mi corazón,
Pedazo de tierra que haz luchado siempre porque sea de
México una gran Nación.
DOMINGO EN MI PUEBLO
Es costumbre de la gente, en mi pueblo;
Al derredor del kiosco platicar,
Asuntos comerciales, y los hombres regatear
Al comprar lazaderas, sombreros y morral.
Y, los jóvenes con bigote recortado,
Esperando en las bancas a las mozas
De mejillas pintadas, ver pasar
Sonrientes, viniendo de sus casas, salerosas.
Para guiñarles el ojo, y decirles: ¡ Adiós Preciosa ¡
En tus brazos me quisiera apretujar;
No importa el enojo de cuñados,
Ni corajes de papá y mamá.
La cara hermosa, sonrojada;
Con garbo y presunción al caminar,
Contonea su cuerpo para coquetear,
Son así, las mujeres de ésta, mi tierra natal.
EL INDIO HUASTECO
Les voy a dibujar en letras,
De cómo es el indio huasteco,
Huasteco limpio, el condenado,
Y, por cierto, muy mala hablado.
Calzón de manta trigueña
Con un morral bien terciado,
Por las calles del pueblo va
Con sombrero atravesado.
Él, es en su persona
Bigote mal recortado,
Ceja poblada, pelos parados
Y huarache agarbancillado.
Con machete a la cintura
De esos de cinta entera,
Con los tercios afilados
Para algo que se ofreciera.
Cuando por dentro lleva un trago
Y ojos rojos por lo que ha tomado,
Ofende al que le acerque
Como cualquier desalmado.
Y grita dando traspiés:
¡ Les sirvo para algo bueno ¡
¡ Hijos de la mala vida ¡
Si se acercan, me los sueno.
¡ A que indio tan carajo ¡
Borracho es, muy mandado,
Imagen de los de abajo,
A que indio tan sincero
Indio muy relajado.
INDIA HUASTECA.
YAHE
De color moreno claro
Es la india huasteca,
De caminar cadencioso
Y con sonrisa coqueta.
Con porte muy elegante,
Con mirada hacia el frente,
cruza las calles del pueblo
admirada por la gente.
Con su pelo muy
largo
En trenzado reluciente,
Combinado con listones
De colores refulgentes.
Toda una mujer altiva
Pero de gran corazón,
Es la mujer huasteca
Dueña de un corazón.
Con dos volcanes al pecho
Y con cintura delgada,
De caderas pronunciadas,
La mujer huasteca, amada.
TANTOYUCA
YAHE
Es Tantoyuca, hermosa y bella
Con sus recuerdos y tradiciones;
Luce orgullosa sus verdes montes
Y todos lloran por sus pasiones.
Siempre es sencilla y entrega al hombre
Cariño todo y el corazón;
Y cuando escucha sones como su himno,
Se muestra
altiva, y con gran razón.
Ella es la cuna de hombres ilustres,
Con gran cariño muy recordados,
Que siempre a México dieron prestigio
Escritores y científicos muy bien letrados.
En sus hermosas trovas huastecas
En sus hermosas trovas huastecas
Son las mujeres su inspiración,
Como la Azucena y la Cecilia
Del visitante su admiración.
De hidalguenses y potosinos,
De los poblanos, tamaulipecos,
De queretanos; joya deseada
Por los hermanos pueblos huastecos.
LOS
CHULES
YAHE
Los Chules son una danza
De tierra veracruzana.
Del Norte del Estado
Tantoyuca y Ozuluama.
Teozintle, Diosa Náhuatl,
Ixtlizantli, Diosa Tének;
Que indígenas del Norte
Han adorado siempre.
Tan-tuyic y Ocelotl-lamatl
Chab vitzol alabel,
Colen danza de los Chules
Je alabel an bisnel.
Tantoyuca, siempre ha tenido
Rico folklore especial,
Tantoyuca ha sido Perla,
De la Huaxteca inmortal.
EL TIGRILLO
YAHE
Tantoyuca es
la hermosa
Ciudad que se
ufana,
Ser la Perla
brillante
En Huasteca
Veracruzana.
Es la Perla
famosa´
Las única con
su brillo.
De conar con
hermoso baile,
Es la Danza
del Tigrillo.
Biztnel
Mitztu huasteco es
En la lengua
Tének,
Que todos la
admiramos
Porque/ella
nos entretiene.
Son solo dos danzantes
Como gato su
antifaz,
Con una piel
de tigrillo
De la cadera
hacia atrás.
Un músico
encluquillado
Con su flauta
y teponachtle,
Ágilmente le
salta el gato
Con su sonaja
de güaje.
El inic
téneke honra a sus dioses
Sintiéndose
muy felíz,
Por haberle
dado cosecha
De su frijol
y maíz.
El tigrillo
salta muy alegre,
Con sonidos
incoherentes,
Da maullidos
y rugidos
Haciendo reir
a la gente.
LOS HIGOS
YAHE
Árboles testigos
Que han visto pasar,
Cien años transcurridos
Desde Tantoyuca mío
Mi hermosa tierra natal.
A Juárez han protegido
Hasta la época actual,
Y calladamente nos dicen:
No nos destruyan,
Recuerden que,
“El Respeto al derecho ajeno,
Es la paz “
En la estatua de Juárez
Lean en el pedestal.
Yo añoro aquellos naranjos
Con sus olores de azahar.
Que al salir de la misa,
Libres de todo pecado,
Nos invitan con su sombra,
Platicar y descansar.
Árboles que han adornado
Que han tratado de ignorar,
La ignorancia de la gente
Que sólo, les hace mal.
MI PUEBLO
Las mañanas con viento fresco,
Frente a la calle, en el jardín de mi casa,
Veo como jóvenes y niños
Platicando, para la escuela pasan.
Solos o acompañados de alguien;
Sin son mujeres, con sus mejores galas;
De la clase alta, en sus lujosos carros,
Las de la media, y pobres; bien acicaladas.
El saludo, es
común en pueblo,
Quienes pasan en carro, inclinan la cabeza,
Los que a pie pasan lo hacen sonriendo
Levantan su mano, con destreza
¡Qué tierra tan hermosa es la provincia¡
La de mi pueblo, es la mejor;
Quienes salen de ella, regresan,
¿Será por el zacahuil o el chojol?
Yo creo que es, el cariño y gran amor
Que sentimos al salir;
Es que nos atrae mi pueblo
Para en él, vivir y morir.
LOS MUERTOS VIVEN.
En Tantoyuca, Octubre y Noviembre;
Es una gran algarabía,
Hace que el pueblo recuerde,
Que los muertos viven, esos días.
Los viejos, danza dejada,
Españoles por costumbre,
No hay persona que los admire
Y que con sus sones deslumbre.
La Fiesta de Todos los Santos
Que visitas esos días.
A la par que hombres que viven
Los muertos viven y bailan todavía.
Los paisanos que vinieron
A visitar a los muertos,
Les enviamos el recuerdo
De los bailes de Los Viejos.
LAS LAMENTACIONES.
Porque no vino un candidato
Lo lamentaron Tempoal y Platón;
También Chalma lo lamenta
Y Tantoyuca, se lamentó.
Se lamenta el ganadero,
El campesino se lamenta,
El empleado se lamenta, y,
El profesor se lamentó.
Y porque no pudo venir
Todos lo comentaron,
Los huastecos lloraron
Y todos, se lamentaron.
EL ALMENDRO
En el zócalo, parque que en mi pueblo llaman,
Está un almendro cuya sombra en tardes calurosas
Es, testigo fiel de enamorados, con palabras melosas;
Y los domingos de serenata, cuentos de jóvenes que
Les cusan risotadas.
Caso curioso también, que este almendro por las
mañanas;
Es punto de reunión de personas de edad mediana,
Cuyo cuchicheo morboso que en sus ojos se nota
Cuando frente a ellos pasa, una respetable dama.
Bajo ese almendro, y en su banca confortante
Se eligen, aunque usted no lo crea, a los gobernantes;
Desde el Presidente, hasta el comandante,
Ahí, encontramos todo el corum computante.
¿Quiénes forman el grupo?
Son de todos conocidos, flor y nata con prefijo ex;
Jueces, presidentes, diputados, ministros, senadores;
Con ello basta, ¿Para qué decir sus nombres señores?
Árbol de éste pueblo, que, también en mi tierra es:
Testigo de amores y donde cuentan cuentos los
contadores;
Harás historia con la gente, sin querer;
Serás como el ahuehuete, aquel, donde lloró Cortés.
(Sep.08/79)
LAS QUEJAS DEL PUEBLO.
Señor, ¿Porqué mis hijos
Legítimos y adoptivos
Serán tan ingratos conmigo?
Mírame como me tienen,
Por donde ellos pasan
Tengo grandes heridas,
Pero, donde ellos viven
Tienen camas mullidas.
Hace muchos años
Era un pueblo humilde,
Pero orgullosamente mostraba:
Calles muy limpias
Pero bien empedradas.
Recuerdo como mi parque
Coronel Julián Herrera lucía orgulloso:
La capilla, la iglesia,
La estatua de Juárez;
Con su flores de azahar,
Como añoro esos días.
Hoy, lo ocupan los nietos
Y bisnietos de mis hijos
Con construcciones
En lugar de hermosos higos.
¡Que injusticias comete la vida!
Ya no me tienen como antes,
Me han robado la belleza
La atracción de visitantes.
EL INDITO SE VA
El indito huasteco se va,
Para la frontera del Norte,
Buscando la mejor vida
Sin dinero y pasaporte.
Deja a esposa y a sus hijos,
Aún faltando a su deber,
Con unos cuantos centavos
Para que puedan comer.
Porque en su tierra huasteca
Los hombres adinerados,
Entre mas el tiempo pasa
Los quieren ver mas fregados.
Allá, por aquellos lugares,
Dejan juventud y fuerza,
Hasta su lengua materna
Con las costumbres huastecas.
Regresan con un carrazo
Y con sus lentes obscuros,
Volanteando en la ciudad
negando sr indio puro.
Los Gobiernos del país
Ellos son los responsables,
Que el indio niegue su origen
Traiga mochilas y no morrales.
UNA VISITA AL
MERCADO.
Por la Calle Democracia
De Tantoyuca, muy atentos.
Con cuidado descendiendo
Al mercado se dirigen
Para comprar alimentos.
Carpas multicolores
Que desde lo alto se ven,
Oferentes cubren vendimias
Que a cómodo costo dan
Para todas las familias.
Los gritos de vendedores
Que desde lejos se escuchan,
Son como coro de voces
Que en diferentes tonos
Anuncian los pormenores.
Se oye, al comerciante pintoresco,
Antiguamente varillero;
Aquí, baratos listones tengo
Son de bonitos colores
Pa/adornar tus trenzas, María Dolores.
En el piso y por los lados
Por donde el marchante pasa,
Encluquillada se encuentra
La huastequita María
Con flores de calabaza.
También a la venta tiene
De madera; cucharas,
Para agua fresca los guajes,
Para beberla huacales, y
Para los niños, sonajas.
Seguimos con nuestro andar,
Ofrecen hierbas de olor:
Cilantro, meciz, chunacates:
Que le dan a las comidas
Un especial sabor.
Siguen frutero y más verduleros:
Manzanas, mangos, melones,
Zanahorias, cebollas, romanitas,
Jitomates, nueces y cacahuates
Vendiendo a precios mejores.
Llegamos frente al mercado
Todos hacemos un alto,
Para poder buscar, que rumbo tomar,
Y seguir con bolsas en brazo
Pa/ terminar de mercar.
A la derecha, encontramos:
Pollos desnudos colgando,
Chorizo, moronga. Manteca,
Carne de cerdo enchilada,
Lista para el comal y saborearla asada.
Estamos ya, del mercado en el umbral,
En chiquigüitis, pan de canela y pilón
Que lo compra mucha gente,
Lo saborean por la mañana
Con cafecito negro caliente.
Entrando por la derecha al mercado,
Distintos puestos de ropa,
De tallas y telas de diferentes colores,
Que ofrecen los comerciantes
Baratas en `precio mejores.
Si va uno hacia el otro lado,
Puestos de cinturones, relojes
Unisex, pilas, lámparas, cámaras,
Machetes, limas, sombreros;
Y hacia el fondo, especieros.
En la parte alta del mercado,
Encontramos las comideras;
Que venden el zacahuil, mondongo,
Adobo, caldo loco con frijolitos,
Todo barato, alimento pa/cualquiera.
Se extienden todas las vendimias
Por las calles adyacentes,
Del Ganado, 16
de Septiembre,
Donde a queseros y tamaleros
Les compran toda la gente.
Ya hecha toda la compra
Realizamos el ascenso,
Al Parque Constitución llegamos,
Buscamos un buen escaño,
Pa/saborear un frío refresco.
Gracias por visitarnos
Paisanos y amigos nuestros,
Pero deben llevar también
las artesanías que aquí ofrecen
nuestros inditos huaxtecos.
EL CAFÉ
YAHE
Higos sombrosos
adornan el parque,
Canto de aves en ellos, al amanecer;
Uno que otro trasnochado
Esperando café, beber.
Ahí, se reúnen amigos y compadres,
Los que tienen que salir a trabajar,
Cuentos subidos de color y novedades
De en la noche, se ponen a platicar.
Sintetizan lo sucedido
En algunos matrimonios,
Con esposos muy cumplidos
O con maridos binomios.
Y la picardía huasteca
Cosa de aquí peculiar,
¡Cuídate de ese compadre
No te lo vaya a cornar¡
El estruendo de las risas
De atinado parangón,
Parábola del huasteco
Refiriéndose al pecador.
Como el almendro, el café
Es un punto de reunión.
En este lugar risueño
Huasteco de corazón.
LAS NOVEDADES
Si visitas en tus paseos
Ciudades pequeñas y medianas,
Deseas saber de las novedades,
Hazlo siempre en la mañana.
Encontrarás a varios reunidos
En cualquiera de los días,
Amigos y conocidos
En cafés y peluquerías.
Ahí sabrás de las noticias
En forma muy sorprendente,
De las que llaman frescas
Refiriéndose a la gente.
Si se trata de mujeres,
En salones de belleza;
Cuchicheándose las nuevas
Atrasito de la oreja.
Al sentirse satisfechas
Personas bien enteradas,
Hasta muy lejos se escuchan
Las risas y carcajadas.
Así se pasan el tiempo
Amigos todos los días,
En los cafés ,
estéticas
Y más en peluquerías.
RANCHERO HUASTECO
Hombre robusto y bragado
En la Huasteca, el ranchero
No puede pararse derecho
Porque es piernas encorvado.
Desde niño acostumbrado
Montar pencos de alzada,
Rocines de varios colores
De manera acostumbrada.
En su silla de montar
Que siempre la atrae ajuareada,
Una buena lazadera
Pa/ echarse unas manganas.
Si va por camino solo,
Con una voz especial,
Le salen rimados sones
Pa/su ranchera ideal.
Si por casualidad se encuentra
Por camino una
vecina,
Para orgulloso el
corcel
Presto se apea y le arrima.
¿A dónde vas mi reinita?
Le contesta sin voltear:
¿A dónde quieres que vaya?
Pos a ver a mi mamá.
Jalando ya su caballo
Él le clava la mirada,
¿Mamacita te acompaño?
¡Ojalá no me digan nada!
Entablan una gran plática
Y se cruzan la mirada,
El que se enoja es apá
Porque mamá no dice nada.
Desde lejos se
oye un cuerno
En señal de una advertencia,
Y se regresa el ranchero
Sola deja, a la pretenza.